NARCO: EN TEATRO Y DESDE LA FOSA

Por: Enrique Pardo Genis 

Manifestaciones culturales las hay y por todos lados, pero la gran mayoría de estas expresiones carece de un esquema profundo de difusión. La sociedad, a través de la cultura, también habla de lo que ve y de lo que siente, de lo que le gusta y lo que le duele; se manifiesta y busca siempre canales de escape. Cada quien a su manera, cada quien desde su materia. Y para muestra un botón: “Fosa de recuerdos e ignominias” es una puesta en escena que refleja una problemática latente en todo el país; las víctimas inocentes del crimen organizado. Asimismo llega en un momento muy adecuado (la veda electoral), para criticar, de manera colateral, las acciones del gobierno actual y cuestionar a los que vienen: “¿Y ustedes qué ofrecen?”… Aunque su creador, Cutberto López, aclara que no creó la obra con este último fin. “En esta obra, cuando plantea todo este mundo, se está diciéndole a la gente: “Hey, tenemos que hacer algo”. Pero no atañe sólo al gobierno, la responsabilidad es compartida, es de toda la comunidad. Es de todos. No es ‘El gobierno’. Desde mi punto de vista no es el gobierno ni los que están en el poder, es lo que dejamos que hagan a los que están en el poder”. Cutberto es un dramaturgo que lleva más de 30 años haciendo teatro y 15, aproximadamente, escribiendo teatro. Parte de su trabajo involucra temáticas como el narcotráfico y la violencia. Pertenece al Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), organismo para el cual ha escrito esta obra, que a su vez ha sido evaluada por sus mismos compañeros de profesión. “Voy por mi segundo año ya de mi tercera generación; ya estuve seis años antes, y presentamos un proyecto para escribir obras de teatro. Esta obra, ‘Fosas de recuerdos e ignominias’, junto con ‘El panfleto del rey y su lacayo’ forman parte del primer año de trabajo”. López admite que abordó la temática a raíz de lo que ve día a día. Proveniente de Hermosillo, Sonora, cuenta que se entera por los medios de comunicación (como muchos) de lo que sucede en todo el país respecto al tema de la “guerra contra el narco”, pero sobre todo por comentarios cercanos de lo que pasa al respecto en su comunidad. Ya que no es algo que él vea tan lejano, se ha convertido en un tema de su interés. “Yo escribo lo que me duele y lo que reflexiono y de lo que quiero decir cosas. Es decir, no es un asunto de moda. Es un tema que tiene que ver con lo que vivo cotidianamente y es un asunto que tiene que ver con lo que pasa, con lo que me es cercano, lo que me es familiar y en mi entorno. Y hay que entender que en este país lo que está más, no de ahorita, desde hace muchos años, pero se ha reconocido más, es el asunto del narcotráfico, la violencia, la corrupción, el impacto en la vida familiar, el impacto en la vida cotidiana, la zozobra que vivimos como comunidad, el hecho de tener miedo de que nos pase algo a nosotros o a nuestro seres más cercanos o a inocentes, incluso a aquellos que no son inocentes; es decir, digo lo que me importa y lo que me significa”. El dramaturgo aclara para SinEmbargo.mx que no fue su idea llevar esta obra a la representación teatral, sino de su hijo Cut, quien funge como director de la misma, y es él quien ha conseguido los espacios pertinentes para llevar a cabo la obra. “[La obra] poca gente la leyó porque se la regalé a mi hijo. Él quiso montarla no sé por qué; pero el hecho de que esos jóvenes, que un grupo de jóvenes se haya reunido para producir una obra con escaso apoyo, es una obra que ellos pagaron, lo que haya costado, cinco, 10, 15 mil pesos, lo que haya costado; y que hayan conseguido un teatro, significa que les importa algo a ellos”. Foto: Enrique Pardo Genis Cut, de tan sólo 21 años, tiene en su haber ya dos obras dirigidas. La obra de su padre le ha interesado para llevarla al terreno teatral gracias a la temática, que para él no es nada lejana, y según su opinión, en mayor o menor medida a todos nos atañe. “Al ser de provincia, al ser del norte hemos sido, mi familia y yo, testigos de bajezas, diría la obra. Hace alusión a esa palabra para describir las acciones que han llevado, a nosotros como mexicanos y como gente de provincia, a ser testigos de simultáneas acciones que tienen que ver, primero, con el narcotráfico en sí, en general; la segunda, cómo ese núcleo se va desenvolviendo y va introduciendo a personas cotidianas; a gente común de México, de toda la República. Hablamos de jóvenes, de empresarios, de gente que trabaja cotidianamente por el bien de su familia”. La obra comprende nueve personajes que representan a nueve víctimas del narcotráfico y que confluyen en una fosa común. Dichos personajes son: la secundariana, la tiradora, el locutor, el anexado, el sicario, la teibolera, el cantante, la niña y la doctora. Cada uno de estos despierta y sale de la fosa para contar, durante poco más de una hora, su historia. Fátima Favela, estudiante de actuación, y quien interpreta a uno de los nueve personajes de la obra, dice haberse sentido atraída por el personaje, “la secundariana”, ya que podría ser cualquiera. “Fue ver en mi personaje a personas de mi infancia. Me sonaba muchísimo a una amiga que sus papás la dejaron así y es una historia muy parecida. Entonces dije, bueno ésta podría ser la voz e cualquiera de mis primas, de cualquiera de mis amigas o la hija de cualquier persona, de aquellos padres que abandonaron a su hija. Cualquiera podría ser esa voz, ¿no? Entonces fue como empecé a sentir la necesidad, cada vez más grande, de que esta voz tuviera cabida en mí”. Fátima comenta, en entrevista con SinEmbargo.mx, que la temática abordada por la obra pisa un terreno nada ajeno para ella, por ser de Santiago Papasquiaro, Durango, región efervescente en materia de guerrillas del narcotráfico. Foto: Enrique Pardo Genis “Este proyecto yo lo vi, antes de estar en él, en una puesta en escena por ir a apoyar a mis compañeros, estaba una chica de mi salón y colegas de mi escuela. Entonces el texto me fascinó, me atrapó, causó algo en mí. ¿Por qué? Pues porque también vengo del norte, también soy de provincia, también tengo familia allá; están mis hermanos, mi papá, mis abuelos. También porque el 3 de noviembre del año pasado mataron a un primo así. Lo balearon así de la nada”, explica. Por su parte, Cut resalta la importancia de la falta de difusión de su obra, así como la falta de difusión de cultura en general. Reconoce que es lamentable que el público termina siendo el mismo: actores y estudiantes involucrados en ese medio, siendo el único apoyo de su arte. Por ello busca, junto con todo el elenco llevar su representación a más foros. “Es una obra que le quedan los últimos domingos de junio y que está buscando otros foros para seguirse viendo y mostrarse. Y de alguna otra manera es que el público valla y que vea de que manera, jóvenes, porque todos los actores son jóvenes y todo el grupo creativo es joven, están poniéndose en la voz del otro. De que manera ellos viven o sienten como está sintiendo la otra persona”, expone el director de “Fosas de recuerdos e ignominias”. Tanto Cut, como su padre, el dramaturgo Cutberto López, vierten su esperanza en su arte; algo que reconocen es un trabajo que debería mostrarse al público en general, ya que es una temática actual que a todos nos incumbe. Sin citar al gobierno, ambos, junto al núcleo de actores y partícipes consientes hacen un llamado de reflexión a los espectadores y a la gente de lo que ocurre y la responsabilidad social que esto conlleva; refiriendo el mensaje de que no somos espectadores sino actores de nuestro presente, de nuestro pasado y nuestro futuro. La obra se presenta los domingos en el foro de teatro independiente “Contigo América”, ubicado en la calle Arizona #156 en la Colonia Nápoles, de la Ciudad de México, a las 13:00 horas y sin costo alguno. Pero eso sí, no olviden dejar su cooperación voluntaria.

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